El niño que no jugaba

Me encuentro tan a gusto jugando con mis amigos, cuando me doy cuenta de que en un rincón del patio hay un niño que no juega.
A continuación voy a buscarlo y ahora me siento feliz porque ese niño ya juega con nosotros.
Esto me ha hecho pensar que a veces somos tan egoístas que sólo pensamos en pasarlo bien, nosotros solos y únicamente con los nuestros amigos.
¿Pero qué pasaría si no nos dejaran jugar a nosotros?
Seguro que nos enfadaríamos muchísimo. Por eso he ido a buscar ese niño, y ahora me siento feliz.
TÓMATE TIEMPO