La cigarra y la hormiga

Se trata de una hormiga que se había pasado todo el verano proveyendo de trigo a su hormiguero. Cerca de allí vivía una cigarra, que en todo el día, no hacía más que cantar. Un día dijo a la hormiga: ”No sé cómo te lo haces, te pasas todo el día trabajando. ¿Por qué no cantas conmigo? ¡Esto que haces no es vivir!” La hormiga le contestó: "Lo que hago es precisamente mi vida, el trabajo de cada día". Ni que decir tiene que la cigarra ni la entendió.

Pero se acabó el verano y llegó el invierno. Con el frío, se acabó el trigo y el campo se durmió en espera de la primavera. Entonces la cigarra, a punto de morir de hambre, fue a ver a la hormiga a pedirle comida. Pero la hormiga le contestó: “Si no hubieras estado tan perezosa en verano y hubieras trabajado, ahora tendrías grano y no estarías mendigando. ¿Por qué no cantas mientras yo como?”