Jordi es un chico simpático que tiene muchos amigos. Cuando termina las clases se va a jugar al fútbol, sueña que un día será un futbolista de los bonos. Pero la semana pasada estuvo de pegamento, se rompió la pierna. Le llevaron al médico y le enyesaron y le mandaron hacer reposo absoluto durante un mes, cuatro semanas.

Los amigos se han puesto de acuerdo para ayudarle. ¿Cómo? Se han repartido las materias y por la tarde, a la salida de la escuela, se dirigen a su casa y uno le explica las matas, otro la lengua, un tercero las sociales. Cada amigo se convierte en el maestro durante un rato y eso ayuda a Jordi. Incluso la amistad ha crecido, se ha hecho mayor. La madre de Jordi, cuando están solos, le dice: “¡Qué amigos tan buenos que tienes!”

Jordi, con el tiempo, se curó y aprobó todo el curso gracias a sus buenos amigos.