Ya llevamos un mes de curso, hace un mes que estamos juntos. Juntos vamos en la capilla, en el patio, de excursión. Juntos asistimos a las clases. Estamos juntos un montón de horas, de días y meses. Todo el curso. Pero juntos no quiere decir unidos. También, en una caja, las frutas están juntas, y los lápices de colores lo están en una caja. Y los libros en el bolso. Y otras muchas cosas. Yo puedo estar al lado de otro niño o niña, pero si no le quiero, no le ayudo, no me preocupo de él o de ella, no estoy unido.

Sólo si nos amamos estaremos unidos, si sufrimos cuando el otro sufre, si nos alegramos con las alegrías de los demás, si les deseamos que todo les vaya bien. Pero si no les va bien, ayudémosles para que su aspecto cambie, que las caras tristes se vuelvan alegres. Pasar un curso unidos es el que puede hacernos felices. ¿Qué es más fácil, estar juntos o estar unidos?

Pensémoslo y hablemos en clase.