Había un león que era famoso en todo el mundo. Un joven llamado Rafael tenía curiosidad por conocerlo, ya que lo admiraba. Se puso en camino hasta llegar a la llanura donde se encontraba el león y lo observaba desde lejos. Alguien le dijo:
—Has recorrido un largo camino, pero debes tener en cuenta que si alguien se acerca al león sin miedo y lo acaricia suavemente, el león no ataca. En cambio, si te acercas con miedo, entonces el león ataca y mata. Si has recorrido un camino tan largo, ¿por qué no cumples tu propósito?
El joven respondió:
—Es fácil recorrer grandes distancias, es cuestión de tiempo, esfuerzo y paciencia, pero ahora no me atrevo a dar ni un paso y tengo miedo de que el león me ataque.
Entonces, un sabio le dijo:
—Puedo ayudarte a llegar hasta el león, puedo describírtelo, puedo animarte en momentos de dificultad, pero cuando estés cerca de él, tú solo tendrás que dar el último paso.