Jesús, queremos ser felices y amar.
Lo queremos ser en casa, pero a veces preferimos hacer lo nuestro.
Lo queremos ser en la calle,
pero no tenemos ningún trozo de patio para jugar.
Y lo poco que tenemos lo ensuciamos.
Lo queremos ser en la escuela,
pero a veces lo que nos obligan a hacer nos parece aburrido.
Lo queremos ser con los amigos,
pero les exigimos que piensen como nosotros, que no nos lleven la contraria.
Sí, queremos ser felices y amar,
pero nos resignamos con los brazos cruzados.
Jesús, tú que vives entre nosotros,
ayúdanos a serlo.
Que en casa sepamos amar a nuestros padres
y ayudarles en todo lo que podamos.
Que en la escuela no trabajemos con desgana.
Que sepamos respetarnos entre los compañeros
y nos ayudemos siempre que sea necesario.
Y sobre todo, Jesús,
que sepamos amarte siempre:
en casa y en la calle, en la escuela y cuando estamos con los amigos.
Tú, que has querido venir a vivir a nuestro lado,
ayúdanos a ser felices y a amar,
para difundirlo a todos los que nos rodean.
ENRIC PLANTÉS