"Intento esculpir una Virgen María; no soy escultor, lo hago por afición y como entretenimiento; la madera es dura, las herramientas inadecuadas; me canso, pierdo la esperanza, me dan ganas de arrojar la madera al fuego.
Pienso, Señor, que la vida también es así. ¡Cuántas cosas empezamos sin saber cómo las acabaremos! Sí, toda la historia humana es así, como una escultura que poco a poco va tomando forma.
¡Cuántas veces nos da la vida!, a menudo dolorosas y crueles, y a veces sin sentido, pero necesarias para hacernos madurar y crecer.
Que reconozca, Señor, tu mano suave y paternal de artista que va esculpiendo mi vida.
Hay golpes que no se entienden, parecen sin sentido; otros vienen de donde menos te lo esperas y hieren profundamente.
Haz que sea madera dócil en tus manos, que no huya de los golpes; sé que quieren hacerme un objeto útil. Quizás es tu propia figura la que quieres esculpir en mí".
Mª EUGENIA CHÁVEZ TAPIA