Señor Jesús,
gracias por la madre que me habéis dado.
Mi madre sembró los sentimientos
más nobles que descubro dentro de mí:
la fe, la pureza, el amor al trabajo.
Señor Jesús, en esta hora de retos y desafíos,
las madres necesitan su ayuda:
para cuidar el hogar y la familia,
para ser cariñosas con los maridos
por tener paciencia con los hijos,
para educarlos en los valores del evangelio,
para vencer las tentaciones,
por no caer en el pecado.
Señor Jesús,
haga que su Madre, la Virgen María,
siga siendo el modelo de todas las madres.
Que las madres puedan luchar a favor
de la justicia
y que pongan su confianza en Dios nuestro Padre,
el Dios que quiere el pan en todas las mesas
y la paz en todos los hogares,
el Dios que destruye el poder corrompido
y defiende a los débiles y humillados.
Señor Jesús,
ilumine la vida de nuestras madres.
Recompensa con creces sus trabajos.
Otorgue la paz a las madres ya difuntas.
Bendice todos los hogares.
Y que los hijos sean siempre la gloria
y la corona de sus madres. Amén.
B. GARCÍA F., PARES DOMINICOS