Señor, a través del padre nos ha rodeado de su amor.
Incluso al escuchar la palabra "papá" tiembla nuestro corazón,
porque sentimos el envoltorio de su cariño
y la promesa de un regalo para siempre.

A pesar de las flaquezas y limitaciones de nuestro padre,
ha querido mostrarnos, a través de él,
su bondad y paternidad. T

u propio Hijo, Jesús, tuvo un padre
que le protegiera durante la infancia, 
lo educara y lo hiciera fuerte para la vida.

Os damos gracias, Señor,
porque nuestro padre no es perfecto.

Nos gusta exactamente tal y como es.
Perdónanos, Señor, si le molestamos
por sus calcetines de colorines,
por sus corbatas de mal gusto,
porque no es capaz de clavar un clavo
sin aplastarse el dedo,
por sus distracciones y sus olvidos.

Le molestamos a veces porque le amamos.
Nos encanta descubrir que nuestro padre
es plenamente humano, querido, adorable,
bueno y cariñoso padre.

Os damos gracias, Señor,
por habernos dado la vida a través de nuestros padres.

Gracias a esta vida, tenemos abiertas ante nosotros
las puertas del futuro y un día podremos contemplaros
cara a cara por toda la eternidad.