Todos nos necesitamos

Una vez los miembros y órganos del cuerpo estaban resentidos con el estómago. Se quejaban de que ellos debían buscar el alimento y llevarlo al estómago, mientras que éste sólo se dedicaba a devorar el fruto del trabajo de todos.

De modo que decidieron no llevarle ninguna más alimento. Las manos no llevaron comida a la boca, los dientes dejaron de mascar y la garganta no tragaba los alimentos. Creían que con esta decisión obligarían al estómago a espabilarse por sí mismo. Pero sólo lograron debilitar todo el cuerpo, hasta el punto de que todos corrían grave peligro de muerte.

De este modo fueron ellos mismos quienes aprendieron la lección: trabajando unos por otros trabajaban por el bienestar propio.

ANTHONY DE MELLO