Un día vinieron a visitarme unos amigos. Me trajeron una gran cantidad de dinero para alimentar a los pobres.
—¿De dónde han sacado tanto dinero? —les pregunté.
—Nos casamos hace dos días —me respondieron—. Aunque ya habíamos decidido no hacer un gran banquete. Esto que te traemos es una modesta muestra del gran amor que nos tenemos.
—¿Por qué lo han hecho? —les pregunté.
—Porque nos amamos profundamente y queremos compartir nuestra felicidad con los más necesitados —contestaron.
¡He aquí la grandeza de la juventud! ¡Los jóvenes son tan generosos!
TERESA DE CALCUTA