Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando el Hijo del hombre venga lleno de gloria, acompañado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todas las naciones se reunirán delante de él, y él separará a las personas unas de otras, como el pastor separa las ovejas de las cabras. Pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.
Entonces el rey dirá a los de su derecha: —Venid, benditos de mi Padre, heredad el Reino que él os tenía preparado desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis a verme.
Entonces los justos le responderán: —Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, o sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero y te acogimos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y vinimos a verte?
El rey les responderá: —Os aseguro que todo lo que hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis." (Mt 25, 31-40).