¡Vive con intensidad cada momento!

Nunca es insoportable cada momento, si lo vives con plenitud. Lo que es insoportable es estar aquí a las diez de la mañana y tener el pensamiento a las seis de la tarde.

El relojero estaba a punto de sujetar el péndulo de un reloj de pared cuando, completamente sorprendido, oyó que el péndulo hablaba.

—Por favor, señor, ¡no lo haga! —dijo el péndulo—. Os agradeceré de corazón que no me cojáis. Imaginaos el número de veces que tendré que hacer "tic-tac" día y noche... Un montón de veces cada minuto, sesenta minutos por hora, veinticuatro horas al día, trescientos sesenta y cinco días al año, y siempre lo mismo, año tras año... No podré soportarlo.

Pero el relojero respondió:

—No pienses en el futuro. Limítate a hacer un "tic-tac" cada vez, y disfrutarás de cada "tic-tac" durante el resto de la vida.

Y esto fue exactamente lo que el péndulo decidió.

Aún hoy hace "tic-tac" como si nada hubiera pasado.