¿En el cielo? ¿?En los cielos? ¿Allá arriba? No lo sé. Sin duda, está en la tierra. Dios está en la sonrisa que ofreces, en una mirada llena de amor, en un don hecho de corazón, en una palabra que consuela, en un consejo que da confianza, en al acogida y la escucha del otro.
Dios está ahí; en un paisaje hermoso, en la música melodiosa, en un encuentro agradable, en la paz reencontrada, en la esperanza a pesar del sufrimiento.
Dios está ahí en el propósito de ser mejor cada día, en el sol que asoma después de la tormenta, en la lluvia que cae tras la sequía, en compartir lo que tenemos. En el silencio, en la oración, en tu corazón.