Dice un proverbio chino que “Si no se sube a la montaña no se descubre la llanura”. No dejes de continuar caminando en tu vida; no abandones la lucha ni el esfuerzo por crecer como persona; cultiva el bien y la belleza y no renuncies a metas altas en la vida. Pide al Señor te conceda subir a lo alto para gozar desde allí de la belleza de la llanura, respirar la pureza del aire, sentir la fuerza de la interioridad y saborear la Presencia de Dios.
Amén.