“El amor me dio la llave de mi vocación... comprendí que solo el Amor hace actuar a los miembros de la Iglesia y que si se apagara el Amor, los apóstoles no anunciarían el Evangelio y los mártires rechazarían el martirio... Comprendí que le Amor, comprendía todas las vocaciones, que el Amor era todo, que abracaba todo tiempo y todo lugar... en una palabra, que era eterno. Entonces, en el delirio de mi inmensa alegría, me grité a mi mismo: “! Oh Jesús, mi Amor... mi vocación, al fin te he encontrado, mi vocación es el AMOR!”