“Tened cuidado con los falsos profetas; vienen a vosotros disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de las zarzas? Del mismo modo, todo árbol bueno, da frutos buenos, mientras que el árbol malo da frutos malos. No puede un árbol bueno dar frutos malos, ni un árbol bueno dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto se corta y se hecha al fuego. Así que por sus frutos los conoceréis”.