Crónica: Respeto y Tolerancia. 7 de noviembre de 1536.

Tal día como hoy murió en México, hace más de cuatro siglos, un hombre bueno llamado Toribio de Paredes, fraile franciscano a quien los indios llamaban “el pobre” por la vida tan austera y generosa que llevaba. El tal fraile, a pesar de la pobreza en la que vivía, tenía los ojos bien abiertos y sabía mirar el futuro. Porque muchos de los conquistadores, hombres de poca cultura y mucha superstición, se dedicaban a quemar libros y manuscritos de los aztecas, considerándolos obras diabólicas. Se trataba de colecciones enteras en las que aquella etnia tenía escrito todo sobre sus tradiciones, leyes y hechos históricos.
 
Fray Toribio de Paredes se dedicó a estudiar estos libros, los guardó y defendió de las llamas... lo que casi le cuesta a él ser arrojado a la hoguera. Y no contento con estudiarlos, creó una escuela para cuidar e investigar en estos documentos rescatados de la destrucción. Hoy en día, gracias a su esfuerzo, los antropólogos saben muchas cosas acerca de los aztecas y otras tribus y culturas que ya habitaban América antes del descubrimiento.

El respeto por otras culturas y formas de pensamiento es algo por lo que muchos grandes hombres y mujeres han luchado a lo largo de la historia. Y es algo por lo que debemos esforzarnos: por comprender que somos distintos y que así es como debemos aceptarnos y respetarnos... sin andar mandando a la hoguera a los demás porque piensen de otra forma distinta a la mía.