San Francisco Javier, Misionero (1506-1552)

Del  castillo de Javier en Navarra,  salió una vez un joven llamado Francisco, camino de la universidad de París. Tenía 19 años. Era un Navarro que se llevaba el mundo por delante. En el año 1534, Ignacio de Loyola funda la Compañía de Jesús cuando Javier tenía 28 años. Y unos años más tarde (Javier tenía 35)el rey de Portugal pide unos misioneros para ir a Oriente. Javier no es designado al principio, pero cuando todo está preparado, uno de los compañeros se pone enfermo. Y ahí tenemos a Javier que, de forma inesperada, monta en el barco y se despide de los suyos para siempre.

    Dio vuelta al continente africano, pasó algún tiempo en tierras de Mozambique y llegó hasta la India. Después de recorrer varias veces la India y el Japón, quiso entrar en China para evangelizar aquella inmensa nación. Pero murió divisando a lo lejos las costas de China. Tenía 46 años. Un trotamundos incansable. Un navegante audaz. Un trabajador infatigable. La cartas que escribía desde la India se publicaban inmediatamente en Europa y se vendían en la calle pues todos querían conocer sus aventuras y su labor evangelizadora. Los cristianos de Japón nacieron de la predicación de Francisco Javier.