José y María vivían en Nazaret, pequeña población situada a unos 120 kilómetros de Belén. A causa de un edicto del emperador, que deseaba realizar un censo en todo su imperio, María y José deben dirigirse hacia Belén, lugar de donde era originaria la familia de José.

            En aquellos tiempos las personas no se desplazaban con tanta frecuencia como lo hacemos hoy, al no disponer de nuestros modernos medios de transporte. El camino que se hacía a pie, con el apoyo de alguna cabalgadura que transportaba enseres y equipajes. El viaje podía durar semanas enteras. El animal de carga utilizado por gente sencilla, como José y María, era una especia de borriquillo de menor tamaño y estatura que los que conocemos en nuestro país.

            El camino realizado por María y José tiene una dificultada añadida: María esta en cinta. Aunque realice parte del trayecto a lomos de un pequeño borriquillo, las incomodidades siguen siendo muy grandes. Pero todas la imágenes que de este viaje cita el Evangelio quieren decirnos más cosas: Que Jesús va a nacer en Belén, que era el pueblo donde nació el gran rey David. Que María y José son pobres y sencillos. Que los comerciantes que hay en los pórticos no les acogen y que serán unos sencillos pastores quienes les recibirán con alegría.