San Antonio, Abad

Conocido como Antón, patrono de los animales. Nació en Comán, cerca de lo que hoy es el pantano de Asuán, en Egipto. Cuando tenía 20 años, le pareció oír una voz del Señor, como cualquiera de nosotros la puede oír hoy: “si quieres ser perfecto, vende todo lo que tienes, dalo a los pobres y sígueme”.

 Su casa era muy rica. Le correspondían 5.000 hectáreas de tierra. Las vendió y se lo dio todo a los pobres.  Y se fue a vivir cerca de Menfis, en pleno desierto. Más tarde vivió en un castillo arruinado. Así durante 20 años, viviendo una vida pobre confiada en Dios. 

Llegó a tener miles de discípulos alrededor de él: jóvenes que querían seguir la misma vida de Antonio, fascinados por su continua sonrisa y la felicidad que desprendía en su vida. Cultivaba sus viñas, recogía las coles, hacía esteras y pasaba la noche en oración. Incluso llegó a Alejandría, gran capital cultural,  a predicar contra los herejes.