“Señor, renueva en nosotros el don de tu Espíritu,
que nos purifique en las aguas del arrepentimiento y del perdón.
Que nos conceda un solo corazón y una sola alma
para glorificar tu nombre y proclamar tu misericordia.
Abre nuestro espíritu para sentir las Escrituras,
que lleguen a ser para nosotros Palabra viva e iluminen nuestros corazones.
Que tu Espíritu deje tu amor en nosotros y que nos
inspire la oración de este día por nuestros hermanos y hermanas,
en la comunión perfecta de tu Iglesia y de todos los hombres.
Amén”.